Unos minutos para mi hijo reflexion muy Hermosa
Unos minutos para mi hijo Con voz tímida y unos ojos llenos de expectativas, el pequeño recibió a su padre cuando regresaba del trabajo y le preguntó: –Papá, ¿Cuánto ganas por una hora de trabajo? El Padre con gesto extraño le respondió: –Hijo esas cosas no se las digo ni a tu madre, así que no me molestes que vengo muy cansado del trabajo. Pero el niño insistió: –Pero papá, por favor dime, cuánto ganas por hora. Para terminar con el asunto el padre respondió: –Gano aproximadamente cinco dólares por hora. Sin inmutarse, el niño mirándole fijamente a los ojos le preguntó: –Papá, ¿Podrías prestarme dos dólares? El hombre desconcertado por la situación le dijo con brusquedad: –¿Por eso querías saber cuánto gano por hora, no? Vete inmediatamente a la cama, hace rato que deberías estar durmiendo en lugar de estar aquí molestándome. Al cabo de unos minutos el padre reflexionó sobre lo que había ocurrido, se sentía mal y como faltaban pocos días para Navidad, pensó que quizás su hijo